El primer pilar de prevención de esta enfermedad es la vacuna, es recomendable administrar a todos los lactantes lo antes posible tras el parto y completar la pauta vacunal con una segunda y tercera dosis separadas por al menos cuatro semanas. La expansión de la vacuna contra la hepatitis B en todo el mundo durante los dos últimos decenios ha sido un gran logro de la salud pública y ha contribuido al descenso de las infecciones causadas por este virus en niños.
En los países de endemicidad baja o intermedia se debe vacunar a todos los niños y adolescentes menores de 18 años que no estén vacunados. En esos momentos es posible que haya más personas de los grupos de alto riesgo que podrían infectarse por lo que es muy recomendable que también se vacunen, estos grupos incluyen a las personas que necesitan con frecuencia transfusiones de sangre, pacientes sometidos a diálisis, receptores de trasplantes, personas recluidas en cárceles, consumidores de drogas inyectables, personas que mantienen relaciones sexuales con pacientes infectados con en virus VHB, entre otros.
Además de vacunar a lactantes y evitar la transmisión perinatal, las medidas de seguridad de la sangre y hemoderivados pueden también prevenir la transmisión del VHB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario