La tuberculosis se trata de una enfermedad que acompañó al ser humano desde hace siglos. En la Edad Media ya se sabía de esta enfermedad y era una creencia popular la de que algunos reyes eran capaces de curar a los enfermos. Alcanzó su máximo apogeo en la Europa occidental del s. XVIII, debido a la mala ventilación de las estancias, mala nutrición y malas condiciones higiénicas en general. Fue conocida como la peste blanca. En el siglo XIX, Robert Koch identificó al causante de esta enfermedad, la bacteria a la que dio nombre: Mycobacterium tuberculosis.
La tuberculosis suele afectar a los pulmones. Se transmite a través del aire a través de pequeñas partículas de saliva procedentes de la persona infectada.
En la siguiente imagen vemos el cuadro de La Misera, en el cual se ven reflejadas las condiciones de vida de los principales enfermos de tuberculosis.
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