Se divide en dos fases:
- Fase aguda: dura aproximadamente 2 meses tras la infección. Muchas personas son asintomáticas en esta fase, sin embargo, en la sangre se pueden encontrar gran cantidad de parásitos. Un signo característico que puede aparecer es la hinchazón amoratada de un párpado. Puede estar acompañada por fiebre, cefaleas, disnea, pérdida del apetito, dolores musculares, hepatoesplenomegalia…
- Fase crónica: los síntomas pueden aparecer 10-20 años después de la infección, o no manifestarse nunca. En ella, un 30% de los pacientes sufren trastornos cardíacos y un 10% digestivos o neurológicos. Los parásitos se encuentran principalmente en el músculo cardíaco y digestivo. Esta fase puede acabar con la muerte del paciente por arritmias cardíacas o insuficiencia cardíaca progresiva.
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