El VIH se transmite a través de determinados líquidos corporales: sangre, semen, líquido preseminal, secreciones rectales, las secreciones vaginales y leche materna.
El VIH suele contagiarse a través de relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. Otra importante forma de contagio es el intercambio de agujas para inyectarse drogas o, en general, el contacto con la sangre de una persona infectada (ej: pincharse con una aguja contaminada es un riesgo principalmente entre el personal sanitario). El virus puede llegar a vivir en una aguja usada hasta 42 días. Las mujeres pueden infectar a sus bebés durante el embarazo o el parto o a través de la lactancia materna.
En la siguiente imagen podemos conocer 4 formas de transmisión que, a pesar de las creencias populares, no transmiten el VIH:
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